La Asociación de Industrias de Bebidas No Alcohólicas del Ecuador (AIBE) desarrolla desde hace cuatro años el programa ‘1,2,3 a reciclar’, que tiene como objetivo fomentar la correcta separación de residuos —en especial botellas PET— mediante capacitaciones, entrega de contenedores y trabajo directo con recicladores de base.
Esta iniciativa ha recuperado, durante estos años, más de 5 toneladas de material PET o tereftalato de polietileno, lo que se traduce en cerca de 1,5 toneladas en promedio anualmente; contribuyendo a su revalorización en los procesos productivos, mediante el tratamiento adecuado de los materiales a través de gestores calificados.
“Nuestra meta es que el reciclaje deje de sentirse como un esfuerzo adicional y se convierta en una práctica cotidiana, tanto en hogares como en empresas”, señala Carla Muirragui, presidenta ejecutiva de AIBE. Para lograrlo, el gremio ha trabajado en escuelas, colegios, instituciones públicas y empresas, enfocándose especialmente en las nuevas generaciones. “Vemos que los niños se convierten en voceros del cambio; instruyen a los adultos en casa, explican qué se separa y cómo hacerlo”, también comenta Daniel Fabara, Coordinador Técnico de la Asociación.
Ecodiseño y economía circular: compromisos que nacen desde la industria
Uno de sus enfoques clave es la economía circular, a nivel industrial, AIBE y sus empresas afiliadas han desarrollado procesos para incorporar material reciclado en la cadena de valor. Además, de rediseñar productos o empaques para que puedan tener una segunda vida útil. A su vez, trabajan con proveedores que ofrecen insumos reciclados y reciclables. En este sentido, los enfoques principales son el ecodiseño, con el 100% de los envases reciclables, se utiliza al momento al menos el 25% de resina reciclada en todos los envases. Mientras que, desde la innovación, han logrado el aligeramiento de las botellas con una reducción y utilización de los recursos.
“No se trata solo de hacer campañas, sino de garantizar que nuestros envases puedan reincorporarse fácilmente a nuevos procesos. Queremos saber incluso a qué industrias va el material reciclado: textil, construcción, nuevos empaques… eso es trazabilidad con impacto”, afirma el gremio empresarial.
Mirando al futuro: reciclaje como estilo de vida
De cara a los próximos cinco años, AIBE sueña con que el reciclaje se convierta en una tarea diaria y una actividad intuitiva: sin necesidad de instrucciones y sin barreras. Para lograrlo, buscan ampliar alianzas, implementar mejores sistemas de trazabilidad de materiales y fortalecer el rol de las instituciones educativas como espacios de transformación social; con el objetivo de crear esa conciencia en el mayor número de actores que sea posible.
Los retos son importantes, “La educación ambiental debe ser constante y reforzada, o el esfuerzo de toda una industria se pierde en la última milla: el consumidor”, concluye Carla Muirragui.
Este Día Mundial del Reciclaje es una oportunidad para mirar lo que sí se ha logrado —alianzas, conciencia, innovación—, pero sobre todo para reconocer que el verdadero cambio comienza en casa, en la escuela, en el pequeño acto cotidiano de decidir dónde va un residuo. Porque cuidar el planeta, como bien dice AIBE, es un compromiso que se construye con acciones concretas, sostenidas en el tiempo y compartidas en comunidad.
AIBE
La Asociación de Industrias de Bebidas No Alcohólicas del Ecuador (AIBE), fundada hace 7 años, es una organización sin fines de lucro que representa a más del 90% de las empresas del sector en Ecuador. La AIBE se dedica a defender y promover los intereses de sus afiliados, fomentando el desarrollo de la industria y la salud de los consumidores. Brinda servicios como información estratégica, representación ante autoridades y asesoría en aspectos económicos y normativos.