Es considerado uno de los violadores en serie más temidos del Ecuador. Sus víctimas preferidas son las menores de edad y extranjeras.

Por Patricio González Recalde

 A pesar de su avanzada edad, Nelson Byron Bedón Rugel, conocido como el “Desdentado del Pichincha” continúa con su vida delictiva. Este miércoles 10 de agosto de 2022, el Juez de Garantías Penales de Imbabura, Óscar Coba, le dictó prisión preventiva, esta vez por la presunta violación a una extranjera, hecho que habría ocurrido en el sector de la Laguna de Cuicocha.

Según explicó el fiscal del caso, Andrés Jaramillo, los hechos se habrían registrado el pasado 14 de mayo de este año, en la Reserva Ecológica Cotacachi-Cayapas, sitio concurrido por turistas nacionales y extranjeros.

La víctima, cuyo nombre se guarda en reserva, detalló lo ocurrido y dio las características físicas del agresor, lo cual permitió la identificación y posterior detención el sábado 11 de junio de 2022 en el sendero Gorky Campuzano, en Cuicocha.
En poder del “Desdentado del Pichincha” se encontró un cuchillo, un machete, un arma de fuego tipo pistola, una chompa roja, binoculares y preservativos.

Con las evidencias y varias versiones de personas que identificaron al procesado, el juez dispuso este miércoles 10 de agosto, la prisión preventiva y el inicio de la instrucción fiscal.

El historial delictivo

Según los archivos policiales, el historial delictivo de Nelson Byron Bedón Rugel, conocido como el “Desdentado del Pichincha” comienza en la década de los 80.

Su alias se debe a su aspecto físico: carece de los dientes superiores. Otras de sus características son el espesor de sus cejas y estatura mediana.
En sus antecedentes figuran diferentes delitos, tales como robo, asalto a viviendas, secuestro y violación a menores. Registra 16 detenciones.

Desde 1988 a Bedón Rugel, se le conoce por sus delitos sexuales contra menores y turistas extranjeras en el sector de las antenas del volcán Pichincha y el Teleférico, en Quito. Solo de 1988 al 2000 sumó 37 violaciones.

Por ser conocedor de la zona, operaba en el bosque protector del volcán Pichincha, su interés eran, además de las menores de edad, las turistas extranjeras.

Su modus operandi consistía en sorprender a sus víctimas. En sus ataques amarraba de pies y manos a las mujeres y a los acompañantes con cordones de los zapatos o los cinturones que portaban; posteriormente los ataba a árboles; en otros casos los golpeaba con fuerza y los dejaba inconscientes.

Usaba pasamontañas, pero en algunas ocasiones no se cubría el rostro, lo que permitió su identificación.

En 2001 logró escapar de la justicia debido a la lentitud del sistema judicial, pese a que ya era conocido como violador en serie. Salió libre enseguida, al caducarse su prisión preventiva.

Entre 2007 y 2008, siete víctimas, todas extranjeras, denunciaron que un hombre encapuchado armado con un revólver y un machete las atacó, robó y violó. Uno de esos casos fue el de una turista canadiense.

En el 2009 fue condenado a 16 años de prisión por la violación de las siete extranjeras, pero se acogió a los beneficios penitenciarios y recobró su libertad en el 2020.

Lo que se conoce es que entre el 2020 y 2021 Nelson Byron Bedón Rugel, estuvo en varias ciudades del país, pero en junio de este año la Policía lo detuvo inicialmente por el delito de tentativa de robo contra dos mujeres en la laguna de Cuicocha, en Cotacachi y acto seguido por violación.

Ahora se ha iniciado el proceso penal y de ser hallado culpable enfrentará una pena de entre 19 y 22 años de prisión, según lo estipula el artículo 171 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). PGR/

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