Después de que el Club de la Unión tomara la decisión de trasladarse a otro lugar, como autoridades municipales hemos optado por expropiar este edificio patrimonial. Nuestro objetivo es transformarlo en un centro dedicado al arte, la cultura y a la realización de eventos para la comunidad, señala el alcalde Aquiles Alvarez.

Este imponente edificio, con más de 100 años de historia, se erigirá como un escenario de encuentros de alto nivel, y se programarán visitas para que los ciudadanos puedan disfrutar de este espacio impregnado de historias, siendo la tercera institución en antigüedad que continúa al servicio de la sociedad guayaquileña.

Esta decisión se sustenta en dos objetivos primordiales: prevenir cualquier impacto que pueda afectar su simbolismo y preservar el edificio para actividades que contribuyan al enriquecimiento cultural de la ciudad.

De esta manera, honramos los principios históricos de este lugar al representar la cultura, la hospitalidad y el espíritu progresista de los guayaquileños, concluye el alcalde. (I)

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