Según una encuesta publicada en abril de 2025, el 87 % de los profesionales ecuatorianos afirman haber utilizado herramientas de IA de forma regular
A nivel global, la UNESCO identifica la IA como un factor clave para innovar las prácticas de enseñanza-aprendizaje y acelerar el progreso hacia la meta de “educación de calidad”.
Instituciones de educación superior en Ecuador están adaptando sus programas para incorporar IA, metodologías personalizadas y aprendizaje adaptativo.
El reciente informe AI in Education 2025 de Microsoft lo confirma: el 86 % de las organizaciones educativas a nivel global ya utiliza IA generativa, lo que convierte a este sector en el de mayor adopción tecnológica entre todas las industrias analizadas. En América Latina, sin embargo, el avance aún es desigual.
El estudio The arrival of AI in education in Latin America: under construction, elaborado por la OEI y ProFuturo, identificó más de 200 iniciativas educativas basadas en IA, muchas de ellas en etapa temprana, con desarrollos todavía fragmentados y de alcance limitado. Esta brecha regional evidencia que, mientras el mundo avanza hacia ecosistemas educativos altamente digitalizados, la región —incluido Ecuador— debe tomar acción.
Al mismo tiempo, la UNESCO advierte que la IA tiene “el potencial de abordar algunos de los mayores desafíos de la educación” pero también que “los desarrollos tecnológicos han superado los debates de política y los marcos regulatorios”. En este contexto, el sistema educativo ecuatoriano observa cómo la competitividad docente, estudiantil e institucional se redefine ante la era de la IA.
Un reto en la educación: la deserción universitaria
Este escenario se vuelve aún más crítico frente a un problema que atraviesa a la educación superior ecuatoriana: la deserción. Cerca del 20,46 % de los universitarios —unos 158.700 jóvenes— abandona sus estudios. Las razones económicas continúan siendo el principal detonante: muchos estudiantes no logran cubrir matrículas o sostenerse durante la carrera, lo que los obliga a priorizar el trabajo sobre la formación. A esto se añaden factores académicos, emocionales y vocacionales, como un bajo rendimiento, la falta de preparación inicial, el estrés, la desmotivación o la percepción de haber elegido una carrera que no se ajusta a sus expectativas.
Según Martín Morelli, consultor en transformación digital en educación “Más que un problema académico, la deserción refleja las brechas económicas, emocionales y de acompañamiento que el sistema educativo no ha logrado cerrar, porque muchos jóvenes no abandonan por falta de capacidad, sino por un entorno que no les da las condiciones para mantenerse”.
La deserción afecta con mayor fuerza a los estudiantes de menores recursos, en especial a quienes provienen de zonas rurales o llegan con una formación académica débil. Muchos de ellos asumen cargas laborales o familiares desde los primeros semestres, lo que reduce sus posibilidades de continuar.
La IA permite identificar las causas de deserción estudiantil
Frente a este panorama, la IA comienza a desempeñar un papel decisivo en la identificación temprana de riesgos y en el acompañamiento personalizado. El monitoreo continuo de indicadores como asistencia, rendimiento, participación o satisfacción permite anticipar alertas antes de que el estudiante tome la decisión de retirarse.
“Las cifras por sí solas no cambian la realidad, pero cuando se transforman en información accionable permiten entender qué hay detrás de cada decisión de abandono y, con ayuda de la inteligencia artificial, ampliar la mirada para que los datos sirvan para acompañar, no solo para registrar” añadió Morelli.
Competitividad al alza: prepararse o quedarse atrás
Aunque el foco está en la educación, el impacto de la IA es transversal y se refleja también en el mundo profesional. Estudios internacionales recientes señalan que el 87 % de los profesionales ecuatorianos ya utiliza herramientas de IA de manera frecuente u ocasional. Esta cifra confirma que el país no solo debe adaptar sus aulas a la transformación digital, sino también preparar a sus futuros profesionales para un entorno laboral donde la IA ya es parte del día a día.
