La pandemia generó cambios drásticos en los hábitos de consumo de las personas, sin embargo, con la reinvención de los negocios se puede lograr una alternativa eficaz para la adaptación al tiempo actual. La Asociación de Industrias de Bebidas No Alcohólicas del Ecuador (AIBE), preocupada por estos desafíos, impulsó a los establecimientos del sector alimenticio con capacitaciones que les permitan mantenerse informados de las tendencias de consumo del 2021 y los protocolos de bioseguridad que contribuyen en la reactivación de los negocios.
Bárbara Jijón, experta en Marketing Gastronómico de la Universidad de las Américas (UDLA), en una de sus charlas afirmó que la psicología del consumidor se ha transformado debido a los cambios que han surgido en el mundo. Sin embargo, el Marketing Gastronómico tiene como objetivo confrontar los nuevos retos que traerá el próximo año:
1. Segmentación de clientes
Un paso esencial para crear marcas sólidas es plantear un perfil del cliente y conocer sus gustos e intereses. Así, se podrá conocer más de cerca al consumidor.
2. Creación de contenido
La presencia en las redes sociales y los motores de búsqueda de Google son esenciales para que cada negocio se pueda dar a conocer. Para esto, es fundamental el uso de plataformas digitales como Facebook e Instagram.
3. Implementación de colores
La variedad de tonalidades en un plato llama la atención de las personas y las impulsa a publicarlo en sus redes sociales. Esto se puede lograr a partir de ingredientes naturales como lavanda, remolacha, pitahaya, moringa y bayas.
4. Reducción de desperdicios
La reducción de basura y el uso de utensilios biodegradables son un factor que inciden en la vida de las personas. Como dueño de un negocio, la unión a estos valores con los de sus clientes le permitirá tener un mejor acercamiento que se alinee a su estilo de vida.
5. Personalización de productos
El servicio a domicilio creció a raíz de la pandemia y ha venido para quedarse. Por eso, mejorar la presentación de los productos es necesario para captar la atención y fidelidad de los consumidores.
6. Honestidad
Comunicar las medidas de bioseguridad de forma transparente generará una sensación de confianza. Como parte de esta tendencia, se puede implentar un sello de seguridad en las fundas de los productos para que el cliente sea el único que lo pueda abrir.
7. Página web
Las ventas en línea se han maximizado y una página web es una alternativa para los clientes puedan adquirir sus productos en donde quiera que se encuentren.
“La industria de bebidas no alcohólicas está comprometida con su cadena de valor para brindar herramientas que le permitan impulsar sus negocios, adaptarse a los cambios causados por la pandemia y transformar esta crisis en una oportunidad para todos”
Francisco Mena, presidente Ejecutivo de la AIBE.
La AIBE consciente de que la participación de los pequeños negocios es clave para la recuperación de la economía nacional, apoya a los emprendedores que son parte fundamental de su cadena de valor como: tiendas de barrios, restaurantes y cafeterías.
Durante el 2020, desarrolló varias iniciativas, entre ellas: “Mi tienda abierta, mi tienda segura” que tiene como finalidad la adaptación de los negocios hacia la nueva normalidad, bajo los respectivos protocolos de bioseguridad. Para los dueños de restaurantes, panaderías, cafeterías y demás negocios del sector de alimentos se estableció “Cocina lista, mi negocio seguro” que busca fomentar ideas innovadoras para el desarrollo de los pequeños comercios de manera segura y confiable para los consumidores, en las distintas localidades del país.
El objetivo de estas campañas es lograr la sostenibilidad de estos pequeños negocios y en consecuencia los ingresos y plazas de trabajo de miles de familias ecuatorianas. La industria de bebidas no alcohólica generó hasta 2019, unas 18.048 plazas directas y 57.512 plazas a lo largo de su cadena de valor. (I)