Pabel Muñoz, alcalde de Quito, delegados de la embajada de Francia y Valerie Verdier y Gilles Pecassou, representantes del Instituto Francés de Investigación para el Desarrollo (IRD) en Ecuador dialogaron sobre posibles líneas de cooperación y desarrollo para la capital en temas de: ambiente, riesgos, movilidad y educación.
El alcalde dijo que es importante la combinación entre ambiente y manejo de riesgos porque, por ejemplo, se requiere intervenir en quebradas, relocalizar poblaciones, para lo cual son muy importantes las decisiones que se tomen utilizando estudios científicos, por lo que el instituto francés podría ayudar en estos aspectos.
Además, señaló que la municipalidad desarrolló la ordenanza Verde–Azul para atender los temas de ambiente, quebradas y agua y que son herramientas importantes para enfrentar estas problemáticas en la ciudad. El gobierno francés podría apoyar con proyectos destacados: Metro de Quito, plantas de tratamiento de aguas residuales, gestión de riesgos (sismos, deslaves y erupciones volcánicas) y asesoría académica en la creación del instituto tecnológico del sur de la ciudad.
El IRD
El IRD Celebra los 50 años de presencia en Ecuador a través de proyectos locales centrados en los grandes retos relacionados con: agricultura sostenible, degradación del medioambiente, cambio climático, recursos hídricos, formación de investigadores, desarrollo de programas de investigación en cooperación con universidades, Institutos públicos, comunidades locales entre otros; diálogos entre ciencia y sociedad.
El IRD contribuye al proyecto de la campaña SUPER-MOUV se centra en los efectos del sub-suelo marino de la ruptura sísmica de Pedernales, Ecuador. El instituto desarrolla investigaciones sobre la biodiversidad en la región amazónica. Esto incluye estudios sobre especies de plantas, animales, insectos y microorganismos. También colabora con instituciones locales para monitorear la calidad del agua en cuencas fluviales ecuatorianas.
Finalmente colabora con instituciones gubernamentales y comunidades locales para evaluar la vulnerabilidad ante desastres naturales, como terremotos, inundaciones y deslizamientos de tierra. Estos estudios ayudan a desarrollar planes de mitigación y respuesta. (I)